Fango

Imagen de Patapalo

Reseña de esta recopilación de historias de Niccolò Ammaniti que incluye “La última nochevieja de la humanidad”, “Respeto”, “Te sueño con terror”, “El zoólogo”, “Fango (Vivir y morir en el Prenestino)”, “Papel” y “Hierro”

 

Este libro tiene algo de pulp; o, al menos, de lo que yo concibo como pulp. Es directo, callejero, con su punto fantasma y exagerado, y unas grandes dosis de humorística sordidez. Desde la primera historia sabes que va a ser un libro gamberro: “La última noche vieja de la humanidad” es una especie de ejercicio literario en el que se van desmandando grotescamente una serie de historias eminentemente realistas hasta converger en una bacanal sangrienta y surrealista tras la cual el lector queda saturado y algo confuso.

 

En “Respeto”, un relato muy italiano en el retrato social, se da una vuelta de tuerca y el humor deja lugar al simple espanto, al ritmo de la narración que nos lleva por caminos oscuros y escalofriantes por su realismo que, esta vez, se entrevé menos adornado por la ficción o la imaginación del autor.

 

Tras este breve pero intenso relato pasamos a otro que, por extensión y al igual que el primero, casi constituye una novela corta. Ambientado en Inglaterra, pero de nuevo con personajes italianos, nos sumerge en una historia de asesinatos que, paradójicamente, resulta la menos gore del conjunto. Éste es el relato en el que más se aprecia el fino trabajo de la psicología de los personajes, lo que hace brillar la historia a pesar de su obvio final.

 

Como interludio tenemos una muestra del incipiente género de humor macabro en “El zoólogo”, una de las historias más tontas que he leído nunca, que hará las delicias de los aficionados al cómico absurdo con tintes de película de zombis ochentera. El retrato de la universidad, por otro lado, es impecable.

 

Tras esta pausa que nos descarga en parte de la sordidez del conjunto, caemos en el relato bandera, “Fango”, el más sólido del conjunto. Una mezcla de humor, sangre y fatalismo en el marco genialmente retratado de los hampones italianos (la parte del hampa no sé, pero la de la familia, la ropa, la comida y demás aspectos sociales, está ilustrada con una acierto encomiable).

 

Cerrando la marcha nos encontramos dos relatos que van juntos como una obra de arte contemporáneo: “Papel” y “Hierro”. El primero daría para hacer uno de los mejores cortometrajes de terror de la historia (o tal vez un cómic), y si bien tarda en arrancar, es un magnífico trabajo. El segundo, por el contrario, y a pesar de mostrarnos muy bien las neuras automovilísticas de nuestros primos y el ambiente nocturno romano, queda algo más cojo; tal vez porque la crítica velada no nos toca tan de cerca.

 

En conjunto resulta un libro distinto, sorprendente en su contenido más que brillante en ningún aspecto. Es, en cierto modo, un cuadro social pintado a base de sangre pero en tonos alegres.

 

Autor

 

Niccolò Ammaniti nace en Roma en 1966. Debuta en 1994 con la novela "Branchie", (editada, primero por Editrice Ediesse, y, luego, por Einaudi en 1997). En 1995 publica el ensayo "Nel nome del figlio", escrito con su padre Massimo, y, en 1996, la recopilación de narraciones "Fango" (Mondadori).

 

Sus relatos han sido publicados en las antologías "Gioventù cannibale" (Einaudi, 1966) y "Tutti i denti del mostro sono perfetti" (Mondadori, 1997). En 1999 publica "Ti prendo e ti porto" via con Mondadori, y en 2001 "No tengo miedo (Io non ho paura)" con Einaudi. Sus libros han sido traducidos al francés, alemán, español, griego y ruso.

 

Sinopsis

 

Una recopilación de relatos impregnados de la cultura italiana en los que predomina una gran carga de violencia y horror mezclada con dosis de sátira y humor

 

Edición

 

Fango

Niccolò Ammaniti

Piccola Biblioteca Oscar Mondadori

Mondadori, 2004

 

Edición en castellano

 

La última nochevieja de la humanidad

Mondadori, rústica 1996

 

Conclusión

 

“Fango” es una recopilación de historias muy peculiar. Aunque aparentemente, por trama y enfoque, los relatos no comparten gran cosa entre sí, rápidamente nos damos cuenta de que tiene un espíritu común que, tal vez erróneamente, achaco al propio estilo del autor.

 

El libro entero destila sátira social sin entrar propiamente en dicho terreno. Los personajes son terriblemente realistas, y aunque las situaciones se acaban yendo totalmente de madre no nos encontramos tampoco, al menos claramente, en el terreno de la fantasía (salvo por elementos concretos). Y quizá sea esto lo más perturbador del libro: que a pesar de lo sórdido, de lo macabro, de lo inquietante, en realidad lo que nos cuentan tampoco nos resulta tan lejano o increíble.

 

Bueno o malo, depende de lo que se busque; una cosa está clara, la dinámica prosa de este autor no es para estómagos delicados.

 

 

Nota: 67

 

Lo mejor: La viveza con la que es capaz de retratar cualquier situación o escena

 

Lo peor: En ocasiones uno tiene la impresión de que es desmedido sólo por serlo, y eso hace que la trama de las historias, especialmente los finales, se resienta

 

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