Los hermanos de la costa

Imagen de Patapalo

Reseña de la formidable novela policíaca del escritor y periodista Juan Bolea.

Juan Bolea es un hombre cabal, según he podido comprobar personalmente asistiendo a su intervención en unas cuantas conferencias, presentaciones y charlas. En esta novela lo demuestra desde el propio título: “Los hermanos de la costa”, una denominación que hará eco rápidamente en la memoria de aquéllos habituados a las historias de piratas y que encierra toda la poesía que requiere el nombre del grupo de artistas en el que se centra la novela.

En el género policiaco, o de novela negra, es vital más que importante el escribir de un modo cabal. Existe la tendencia, seguramente heredada de los novelistas norteamericanos, de llenar estas historias de fuegos de artificio totalmente fantásticos, así como la tendencia, ésta de origen local, de plagarlas con detalles cotidianos innecesarios para la trama. Juan Bolea, sin embargo, consigue gracias a su buen criterio escapar de ambas lacras.

 

En su novela el ritmo es ágil, pues no se pierde en descripciones de lo cotidiano que convierten en ocasiones estas obras en híbridos entre el realismo social e historia policíaca. La trama, sin verse afectada por ello, es increíblemente sugerente, pues aun dentro de un entorno nacional, creíble y lógico, introduce los elementos suficientes para que exista lo sorprendente, lo inesperado, lo insólito.

 

Es precisamente con este punto fuerte, con la genialidad de la trama, con el que me quedo de la novela. Los personajes, la situación planteada, la investigación en la costa; el autor parece haber abierto una puerta a lo improbable, pero siniestramente posible, al lado de nuestras vidas. Y esto, aunque muchos pudieran creer el contrario, no se consigue poniendo unos cuantos elementos estrambóticos al azar. No, la autentica fuerza para conseguir que una ambientación tan arriesgada como ésta funcione es la coherencia.

 

De hecho es gracias a ella, que aflora a través de los personajes y sus interacciones, que podemos disfrutar de la historia sin dudar un momento de lo que está ocurriendo. Y quizá, en estos tiempos, sean estos personajes los que más sorprendan, pues muchos escritores actuales parecen haber olvidado que la profundidad de éstos no se consigue con muchos detalles irrelevantes, sino haciendo que respondan de un modo humano, complejo, en sus interacciones con el entorno y, esto es importante, con los demás personajes. Nosotros no hablamos igual con la vecina del tercero que con el cura de la parroquia.

 

En “Los hermanos de la costa” Juan Bolea nos da una lección magistral sobre la creación de personajes que, francamente, merece la pena leer.

 

Autor

 

Juan Bolea nació en Cádiz en 1959. Licenciado en Geografía e Historia, antiguo concejal de cultura del ayuntamiento de Zaragoza, es miembro de la Asociación Aragonesa de Escritores, periodista y columnista del Periódico de Aragón, dónde publica su propia sección “Sala de máquinas”.

 

Sus obras publicadas son “El palacio de los jardines oblicuos” (1981), “Mulata” (1992), “El color del Índico” (1996), “El manager” (2001), “El gobernador” (2003) y “Los hermanos de la costa” (2005).

 

Sinopsis

 

Una inspectora de policía es enviada a la costa norte española a investigar una extraña muerte que le pondrá sobre la pista de las siniestras actividades y sucesos en torno a la autodenominada sociedad de “Los hermanos de la costa”.

 

Edición

 

Los hermanos de la costa

Ediciones B

Edición de bolsillo

 

Conclusión

 

Juan Bolea es un buen escritor en el sentido más amplio de la palabra. Sus personajes son vívidos, las situaciones que plantea creíbles y, al mismo tiempo, misteriosas y apasionantes. “Los hermanos de la costa” es una novela negra con un argumento fascinante y que nos resulta mucho más próxima por su ambientación pero que no cae en ese color de videocámara que tienen, en ocasiones, los relatos nacionales.

 

No creo equivocarme al paragonarle con Fred Vargas, la autora francesa que, al igual que él, están ayudando a cimentar una literatura policíaca propia y más acorde con la mentalidad y el entorno europeo. No nos olvidemos que en el siglo pasado fuimos el referente mundial de este género.

 

Por otro lado, y fuera de consideraciones tan globales, recomiendo la lectura de esta novela a todo aquel que disfrute con los personajes sólidos o a aquéllos que, como yo, pretendan crearlos. Sin duda no quedarán defraudados.

Espacio patrocinado por

Nocte - Asociación Española de Escritores de Terror

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