Loco por Donna

Imagen de Boras

Reseña de la novela de James Ellroy publicada por Ediciones B

 

“Si no estás en el filo es que estás ocupando demasiado espacio.”

Pág. 161

 

Con esta sencilla frase se puede resumir buena parte de la novela y de la obra literaria de Ellroy. Un autor de los de una pieza, que gusta o enfada, que encandila o se aborrece, a los que uno adora o jura odio eterno. No hay término medio con él, es un todo o nada, una sonrisa o un bofetón.

Es autor de calado, al menos para mí, de hondura, aunque nunca es fácil, su prosa, cortante, afilada, despiadada y descarnada no deja lugar a dudas, no permite ni un asomo de duda, ni una mirada de soslayo, a lo que se suma su americanismo, pues otra cosa no, pero es Americano y Angelino como él solo. No repara en fuegos de artificios, tira a dar siempre, sin cortarse, sin amilanarse, sin piedad. Es escritor duro, de los que no deja títere con cabeza, que le da lo mismo masacrar a los judíos que a los árabes, a las putas que a los negros, a la policía o a los delincuentes, le da igual y eso, tan sencillo pero tan complicado, es todo un valor en los tiempos que corren porque Ellroy es siempre y exclusivamente incorrecto.

Un escritor que mana de las fuentes más clásicas del género policiaco, que una vez que se pone y partiendo siempre de esos referentes se dedica a lo suyo, es decir a encontrar un nexo de unión con el lector, y lo logra con una facilidad pasmosa. Porque atrapa entre sus líneas, entre sus expresiones, entre la realidad que nos muestra, con bosquejos similares a este:

 

“Se hacía llamar el Patriarca Potente, el Macho Mickey, el Maromo Mágnum. Prestaba sus servicios a los sementales de los estudios y los domaba con su apéndice largo como una tenia solitaria. Les metía la tenia hasta las amígdalas. Botaban debajo de él mientras se los follaba. Cubría hombres en MGM, partía culos en la Paramount y se cepillaba tíos en la Columbia. Las locas se liberaban y salían del armario para enclaustrarse con él. Destapó números extravagantes. Sus clientes se compincharon e intercambiaron notas. Se desató una paranoia pandémica. Aquellos bribones de Hollywood se odiaban entre sí. Mijail convirtió a los sementales de los estudios de cine en mariquitas temblorosas y locas ridículas.”

Pág. 119-120

 

Si les parece bestia no lean el libro, porque esto es solamente una parte de la novela, porque en otras se le va la mano de firme, con síntomas que varían entre la carcajada, la risa franca y el asco más profundo.

En resumen, una novela destacadísima, como casi todas las de este escritor, estructurada de una forma un tanto diferente, en tres novelas cortas que se comunican entre sí con muchísima facilidad. Si quieren pasar un rato agradable, donde las páginas vuelan sin apenas darnos cuenta, no lo duden, este es su libro. Si quieren algo de novela negra, no vacilen, este es su libro. Y si quieren pasar un rato divertido, este es también su libro.

Novela negra de verdad, americana, bestia, salvaje, dura, divertida, incorrecta, avasalladora...

 

LOCO POR DONNA

JAMES ELLROY

234 páginas

ISBN: 84-666-2028-1

EDITORIAL: EDICIONES B

Fecha de publicación: 2005

Imagen de Daniel Leuzzi
Daniel Leuzzi
Desconectado
Poblador desde: 21/06/2011
Puntos: 1668

Acertada la reseña, no lo he leido, pero es de los pocos autores que no defraudan.

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