Desde Dos Ríos

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Reseña de la novela de Robert Jordan con la que se inaugura La Rueda del Tiempo

Cuando uno lee Desde Dos Ríos le resulta evidente de inmediato que tiene vocación de arranque de gran saga. En fantasía épica es habitual encontrarse novelas fundacionales que sean el primer paso de algo mucho más grande, pero en el caso de la obra de Robert Jordan es algo extremo.

El concepto no es, en apariencia, novedoso: la novela, como bien indica su título, cubre los primeros compases de un viaje iniciático protagonizado por una cuadrilla de mozos de una aldea aislada y perdida (los quintos del pueblo, se podría decir). También, desde el principio, se deja bien claro que otro clásico del género va a estar presente: el mito del elegido. La predestinación, las profecías, los pasados secretos y demás forman parte de la puesta en escena. Para completar la receta de base propia de una novela de fantasía épica, tenemos el conflicto cósmico: aunque los personajes parten de lo pequeño (aldeanos aislados), la confrontación que sirve de telón de fondo es no ya mundial, sino dimensional, apoyándose en el habitual contraste entre leyendas y cotidianeidad.

Desde Dos Ríos - Robert Jordan - La Rueda del TiempoTampoco el escenario resulta a priori muy original. Hay unos malos monstruosos (los trollocs), guiados por hechiceros y/o criaturas sobrenaturales demoniacas, magos, guerreros, paladines, juglares... Es un típico escenario de fantasía medieval. El único elemento con el que el autor se sale algo de tiesto es con las Aes Sedai, una suerte de hechiceras que están en una frontera incómoda entre lo aterrador y lo benéfico, y que al principio son el punto más interesante de la historia por todos los aspectos sociales que permiten abordar.

Todo es, de hecho, tan arquetípico que sorprende, porque desde las primeras páginas se ve que Robert Jordan se maneja con soltura tanto en el género como en la narrativa en general. La historia, sin sobresaltos, engancha, y poco a poco se va entrando en las peripecias de los personajes y se les coge cariño. Sin ningún esfuerzo se pasa por las 400 páginas del viaje que parte Desde Dos Ríos y, como se veía venir, no llegamos a ninguna conclusión. No hay victorias ni derrotas mayores ni tampoco se las esperaba, tan solo los primeros compases de algo que, a todas luces, va a ser grande, muy grande. La seguridad que muestra el autor en su proyecto resulta seductora.

Juzgar Desde Dos Ríos desde la perspectiva actual tiene más garantías. Sabemos que la saga ha continuado durante años y que tiene en su haber páginas suficientes para desarrollar el conflicto épico que deseaba Robert Jordan. Sin embargo, no deja de llamar la atención que este primer libro, que debería ser el enganche, apenas presente grandes sorpresas. Buen ritmo, buena prosa, un escenario coherente y con pinceladas que le dan un sabor propio, pero nada que deje boquiabierto. De esta manera, por sí solo, se puede recomendar para aquellos que busquen simple y llanamente eso: sumergirse en un mundo de fantasía y aventuras sabiendo que, si les gusta, habrá más, mucho más.

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Fly
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Desde la perspectiva actual es una saga enorme de 14 libros (20 en España) con más paja que otra cosa, con un transcurrir lento, innecesario y aburrido, donde lo mejor está en los libros finales que ni siquiera escribió el propio Robert Jordan, sino Brandon Sanderson.

Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.

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SuperPatchZ7
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Mi hermano es un gran fan de la saga, la empezó en el instituto y la acabó en la universidad.

A mí aún me quedan cuatro o cinco libros.

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