Voy a mesarme los cabellos, qué demonios

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Sí, no lo aguanto más: el número de veces que lo he visto ya en novelas y relatos ha desbordado mi particular vaso interior. Y esto no va ni de atusarse la barba ni de acariciarse coquetamente la melena.

Recurro a la R.A.E., para empezar a hablar:

 

mesar.

(Del lat. vulg. messāre, der. de metĕre, segar, cercenar).

1. tr. Arrancar los cabellos o barbas con las manos. U. m. c. prnl.

Y con esto debería ser suficiente. No hay significados secundarios, ni alternativos. No hay hueco para las interpretaciones: incluye cabello y barba -y cabe imaginar que cualquier otro tipo de pelo- y una única acción. Una acción que, además, es muy difícil de confundir con otra. Así que debería bastar con esto para el artículo, para la queja, para la enrabietada protesta.

 

Porque sí, lo confieso: el mal uso del verbo mesar me empuja, por redundante que sea, a mesarme la barba y los cabellos. Es algo visceral que, imagino, tiene que ver con el aprendizaje bíblico de la palabra en cuestión. Para mí es algo tan claro como que rasgarse las vestiduras no es ponerse bien el nudo de la corbata.

 

Desconozco cómo es posible que un término tan unívoco y connotado haya terminado teniendo un uso tan peregrinamente distinto, ni cómo se ha extendido tanto en la acepción equivocada. Igual tiene que ver con que verbos capilares no tenemos muchos, aunque, en el sentido que se suele usar -erróneamente- bastaría, a mi parecer, con tres: acariciar, atusar y acicalar. Para qué más. Y digo estos tres porque deduzco que cuando alguien escribe "se mesó la barba pensativamente" se refiere a algo así como pasarse la mano por el mentón mientras mira intensamente el horizonte. Desde luego, difícil es conciliar frases cómo "se mesó cuidadosamente la perilla" con su significado real: ¿Cuidadosamente? ¿De qué tuvo cuidado? ¿De arrancarse sólo pelos de la perilla y no del bigote?

 

Quizás los filólogos tengan respuesta a estas preguntas, quién sabe. No sé cómo funcionan las investigaciones etimológicas ni dónde está la barrera en el recurrente "la R.A.E. recoge el hablar culto en lengua castellana". Porque, asumámoslo, el verbo mesar hace tiempo que viene siendo mal utilizado por muchos autores, algunos consagrados, y supongo que a un escritor no se le puede reenviar al lado inculto de la existencia únicamente por errar en este uso. Así, con novelas publicadas por editoriales solventes que reproducen sin sonrojo este fallo, ¿tendremos que acabar aceptando la ambivalencia de significado? Imaginemos la nueva definición:

 

mesar.

(Del lat. vulg. messāre, der. de metĕre, segar, cercenar).

1. tr. Arrancar los cabellos o barbas con las manos. U. m. c. prnl.

2. tr. Atusarse los cabellos o barbas con las manos, particularmente de un modo pausado y cuidadoso. U. m. c. prnl.

 

Sería, sin duda, un particular chocante, aunque viendo cómo palabras como "bizarro" han acabado con significados tan dispares en lenguas tan cercanas como el francés ("extraño") y el castellano ("valiente, esforzado"; "generoso, lucido, espléndido") supongo que no es del todo infrecuente. ¿Declarará uno de los usos obsoleto en estos casos la R.A.E.? ¿Terminaremos por ser los incultos los actuales escandalizados? ¿Dejarán de mesarse los cabellos las plañideras por ser de mal gusto hacer gestos frívolos durante el duelo? Quién sabe. Yo, personalmente, tengo la impresión de saber cada vez menos...

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Varagh
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Bien cierto todo lo que dices, no estaría mal dedicar algunos artículos o algún post en el foro de literatura sobre las patadas mas comunes al diccionario (bueno, todos siempre metemos alguna, pero por lo menos, no esta de mas saberlas y correguirlas).

“Quien vence sin obstáculos vence sin gloria”

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jspawn
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La semántica y la precisión léxica son unas de las materias que hay que recuperar. Porque estamos perdiendo el norte. Lo que creo que ocurre es que determinados autores utilizan vocablos para embellecer su discurso y ni siquiera se cercioran de lo que están diciendo. Y el diccionario está para usarlo y para aprender de él. No muerde.

"Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo a mí" (Ortega y Gasset)

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weiss
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Pues sí señor, estupenda idea ésa de dedicar un espacio a señalar los malos usos más extendidos de la lengua española. Yo es que soy particularmente sensible a esas burradas que se escuchan o leen no tan de cuando en cuando de bocas y plumas por todos consideradas como altamente respetables y autorizadas. Cuenta conmigo, Patapalo, para apuntar unas cuantas ; mis favoritas son esos palabros derivados de la verbalización de un sustantivo que a su vez procede de un verbo, es decir, cosas como "recepcionar", "aperturar" o "lecturar". Es sorprendente la cantidad de cosas de éstas que se cuelan en diarios y guiones radiotelevisivos... Y son divertidas, porque, ¿cuál sería el sustantivo que define el acto de "recepcionar"? ¿"Recepcionación"?

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Razamanaz
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Yo soy uno de esos que usaban la palabra mal . A veces dichos usos se extienden como una plaga.
Me ha entretenido el artículo, además de precisar lo hace con cierto sentido del humor. Razón no te falta Akhul.
Esperamos próximos episodios.

"Me he buscado a mi mismo"

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Patapalo
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Vaya, muchas gracias a todos por los comentarios. Viendo que no caen mal, ni en saco roto, me animaré a sacar algunos más (aunque creo que hay voluntarios para echar un cable). Como decís, todos le damos alguna patada al diccionario de vez en cuando, pero igual gracias a Internet podemos corregir algunas, tanto hablando de ellas como gracias a la web de la R.A.E.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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