Ecos en el páramo

Reseña de la antología de Ángeles Mora publicada por Ediciones Niebla

Ecos en el páramo y otros relatos oscuros, como deja patente desde el título, es una antología para amantes del terror decimonónimo. Ángeles Mora nos presenta una colección de historias con sabor añejo, desarrollo pausado, ambiente oscuro y un romanticismo que busca el escalofrío a través de la atmósfera más que mediante sobresaltos o escenas macabras.

Cualquiera que esté versado en la literatura de terror anglosajona del siglo XIX encontrará referentes más o menos claros. A mí, personalmente, me ha suscitado ecos de Wilkie Collins, quizás por la mezcla del misterio, casi con vocación policiaca en algunos textos, y terror, del Dickens volcado en historias de fantasmas y del Stevenson de las historias de traficantes de cadáveres. Quizás muchas referencias masculinas cuando había espacio e intenciones, sobre todo en el relato de apertura y el del cierre, para dejarse impregnar por Edith Wharton o Margaret Oliphant.

Esto lo señalo no tanto por preferencias personales, que sin duda están ahí también, sino por el planteamiento de la investigadora de lo paranormal y el retrato de la bruja, que encontramos en sendos relatos y que abren pistas cuya exploración parece muy interesante aunque la autora no termine de desarrollarlas en esta recopilación.

Es posible que esto se deba, así mismo, a la brevedad de la misma: Ecos en el páramo y otros relatos oscuros cuenta tan solo con 100 páginas y media docena de historias más bien breves. Es espacio suficiente para hacerse una idea del estilo de Ángeles Mora, ―paciente, más bien clásico, muy ambiental, con una prosa personal y cuidada que se permite momentos líricos sin frenar el ritmo―, pero deja con ganas de más.

Mención, a este respecto, merece el relato El aprendiz de relojero, el que más se separa argumental y estilísticamente del resto de la selección, apostando por una suerte de fantasía oscura muy sugerente y simbólica que capta de inmediato la atención del lector y sorprende tanto por su originalidad como por el modo en el que resuelve la historia, a caballo entre la fábula y la reflexión existencialista.

La edición de Niebla, si bien modesta, resulta muy agradable y, tal y como indica en el prólogo Juan Ángel Laguna Edroso, nos brinda una antología para disfrutar en una tarde de tormenta, a poder ser frente a una chimenea. Ecos en el páramo y otros relatos oscuros es, en definitiva, una antología muy indicada para los amantes del terror clásico y atmosférico que quieran explorar nuevas sendas, algunas de las cuales, con mucho acierto, nos llevan al folclore de nuestra tierra. Veremos si son estas, u otras, las que transita Ángeles Mora en su próxima antología.