¡Sanbes juez pero ya! ¡Coñes!
Aprovechando el reciente cierre del II Concurso homenaje de John William Polidori, vamos a hacer un pequeño experimento en directo.
Todos hemos oído aquello de que la literatura no es una ciencia, que no se puede obtener un resultado objetivo en un certamen y que los gustos personales de los jurados tienen un peso específico que merece la pena conocer si queremos salir con bien al presentarnos a una convocatoria. Bien, hoy vamos a averiguar hasta qué punto esto es así: voy a experimentar con los resultados del certamen sustituyendo los votos de un juez (yo mismo) por los de uno de los jurados populares que ha leído más de 40 relatos.
Si se diera el caso de que algún relato no hubiera sido valorado por dicho juez, como la media es ponderada el efecto debería mitigarse, aunque siga siendo algo a tener en cuenta.
Caso 1: Nombramos juez a Aldous Jander
El primer gran cambio es que el relato ganador del certamen hubiera sido La dulce Núria, de Hedrigall. Además, hubieran entrado en la selección Yo, vampiro, de sharkbook, y La momia 42, de Ligeia, quitándoles la plaza a Hambre, de Gloria T. Dauden, y a Comer con los ojos, de Berenice.
Caso 2: Nombramos juez a Belagile
Esta vez no hay cambio en el ganador (sigue siendo Negocios) pero entran de nuevo en la selección Yo, vampiro y La momia 42, esta vez junto a La figura blanca, de Alucard. A los caídos previos (Hambre y Comer con los ojos) se une Vampiros en la Habana, de Covitges.
Caso 3: Nombramos juez a Dersu
Volvemos a tener de ganador a La dulce Núria y en la selección entran Tan solo otra historia de amor parasitario, de Aldous Jander, y La momia 42 a costa de Hambre y Vampiros en la Habana.
Caso 4: Nombramos juez a Hedrigall
No, de ser él juez no hubiera quedado ganador: eso se lo deja a Negocios, de Invierno en cualquier caso. Pero la selección hubiera cambiado: habrían entrado El Dios de la Montaña, de Dersu, La figura blanca y Yo, vampiro a costa de Te doy mi sangre, de L.G. Morgan, Comer con los ojos y Hambre.
Caso 5: Nombramos juez a Invierno
Esta eventualidad no le hubiera impedido llevarse la victoria, pero se hubiera hecho acompañar en la selección de Yo, vampiro y El último vampiro, de Carmilla a costa de Te doy mi sangre y Comer con los ojos.
Caso 6: Nombramos juez a L.G. Morgan
Solo un cambio: Yo, vampiro pilla la plaza de Comer con los ojos. Patapalo casi es Morgan, o viceversa. Todo queda entre piratas.
Caso 7: Nombramos juez a Ligeia
Nuevamente solo un cambio, exactamente el mismo del caso anterior. ¿Será Ligeia Morgan y Patapalo al mismo tiempo?
Caso 8: Nombramos juez a Sanbes
Y aquí sí hay cambios sustanciales. Para empezar, gana el certamen Sangre, Billy Idol y la Carretera de los Muertos, de Proxegenetyc. Necronista entra como JFB con Tierra de sombras. Además, entran en la selección El último vampiro, La figura blanca y Amar en tiempos oscuros, de RSM Coca. Fuera quedan Hambre, Te doy mi sangre y Comer con los ojos.
Caso 9: Nombramos juez a sharkbook
En este caso, mantenemos ganador pero entran Yo, vampiro junto a La figura blanca en la selección a costa de Te doy mi sangre y Comer con los ojos.
Todo esto, claro está, si no me han bailado mucho los cambios de columna en la hoja de cálculo. Curioso, ¿no?
Personalmente, extraigo tres conclusiones:
1. Es innegable que los gustos de los jurados tienen un peso específico en los resultados. Sin duda, nos irá mejor en convocatorias que sean afines a nuestros gustos. De ahí el interés, por ejemplo, de conocer el catálogo de los editores o concursos de nuestro interés.
2. Dicho peso específico, sin embargo, no genera cambios drásticos: estamos hablando de que las selecciones de trece relatos han variado como mucho en tres obras. El puesto de ganador ha quedado entre tres. Esto muestra que sí hay unas bases de calidad que es necesario trabajar y que se recompensan.
3. Existe una clara zona de cabeza que confirma que lo de podría haber entrado perfectamente no son palabras huecas: cuando se alcanza un cierto nivel, el elemento diferencial que te lleva a entrar en una selección puede ser un detalle. Más peso tiene en el primer puesto del podio: ahí, aunque tengamos la calidad de base, hay que poner más carne en el asador y cruzar los dedos.
Al final, nada que no supiéramos: perseverancia, trabajar lo que se puede trabajar y a dejar en manos del destino los imponderables. No hay otra.
¡Sanbes juez pero ya! ¡Coñes!
Yo soy la Justicia... en MegaCity One
Totalmente de acuerdo con las conclusiones.
Morgan, también lo pensé durante el experimento. Muestra que hay también unas afinidades que explican las líneas editoriales y las coherencias en las selecciones. En cierto modo, va también incluido en lo de saber de qué pie cojea el jurado. No es determinante al 100%, pero desde luego puede inclinar la balanza.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Pues es muy curioso, porque son cosas que funcionan a nivel subconsciente. Si preguntáramos a los votantes, es muy posible que ninguno hubiera pensado previamente que ha elegido o dejado de elegir unos relatos con características afines. Pero a nivel inconsciente sabemos claramente qué nos gusta más y qué no, y seleccionamos en una línea determinada de forma intuitiva.
También es curioso plantearse (y ahí podrían entrar las "escuelas" de pensamiento o artísticas) cómo el contacto va acercando posiciones. Y me explico.
Este año en el concurso de Hislibris, que lleva celebrándose seis años, con muchos comentaristas y concursantes habituales, que llevan ya un funcionamiento conjunto y de tiempo; al menos un par de personas comentaron que ha adquirido una dinámica propia y estable, que hace optar por determinado tipo de relatos y descarta otros. Me resultó muy interesante, porque es posible que las interacciones vayan inclinando los gustos (o valores, más bien) de unos y otros hacia posiciones comunes.
Así se explicaría también los de las "generaciones" literarias, musicales, etc. De modo que no sería solo que gente con las mismas inclinaciones se junte, sino que por el hecho de juntarse y trabajar en proyectos comunes pueden surgir los rasgos propios de un grupo.
*** Variaciones y divagaciones de primera hora de la mañana
Muy acertada la reflexión. Confieso que me da un poco de vértigo y que, supongo, está emparentada con ese alivio que siento cuando se ven caras nuevas por los proyectos. Ese contacto creo que es muy importante, el salirse de los mismos círculos siempre y hacer que estos tengan puntos de comunicación.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
OcioZero · Condiciones de uso
Yo extraigo otra conclusión, sesgada totalmente
Mi destino parece muy unido, en esta convocatoria, a Berenice y a Gloria T. Daudet . Y se me ocurre que puede que haya, o al menos yo lo percibo así, ciertos elementos comunes entre los tres relatos, quizá cierto hincapié en las emociones oscuras, en torno a las cuáles se construye la historia. O tal vez el estilo, alguna querencia...
Aunque, no sé, también puede tratarse de divagaciones sin más
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