Página en blanco
Quería escribir en su diario todos los días. Lo llevaba siempre encima, para no olvidar nada. A la escuela, al trabajo, a la oficina de desempleo, al médico, al asilo. Un niño en el parque, el último día, comenzó a garabatear sobre las páginas desteñidas.
Vecino impresentable
Toda la ropa hecha un asco, llena de sus humores, que ni color normal tiene. Esto ya no hay quien se lo ponga. Digo yo que si quería llamar la atención no hacía falta suicidarse con los hilos del tendedero.
Clic
Mientras tiende su ropa, una braguitas rojas le caen en la cabeza. No es la primera vez que le llueven tanguitas. Por eso piensa que debe ser una señal y sube al piso de su vecina para confesarle que ha decidido abandonar a su mujer porque es gay.
Se levanta,
llama a sus partes,
cuenta los dedos,
parte.
Camina,
abraza,
recorre,
tienta…
Cae.
Se levanta,
limpia los sueños,
se pone los ojos,
parte.
Ama,
caga,
ríe,
piensa…
Cae.
Se levanta,
enciende otro día,
abre otro intento,
parte.
Ve la flor,
se estira,
se inclina,
se parte ….
Cae.
Muy original SuPaco 
la palabra es gay
Cuestión de principios
Su padre no entendía que prefiriera las muñecas al fútbol. Tampoco que le gustara vestir de mujer.
Cuando él le sorprendió viendo porno gay por internet, su progenitor se excusó:
-Vale, pero a mí me gusta el fútbol.
El invitado
Llegó una tarde de verano con una carta bajo el brazo y poco más. Lo justo para pasar el día. -"Es muy bueno y obediente"- anunciaba el escrito. Lo que no supimos entonces, lo adivinamos más tarde: su pasión en este mundo era darle patadas al balón.
La vida es río
La pelota que este mediodía cayó al río ¿dónde estará ahora? Pues en el mismo sitio, no se ha movido. Es lo que tiene el río Manzanares.
Así estoy yo sin ti
No soy. Mis piernas caminan por mi, mis pulmones respiran por instinto y mi corazón late por inercia. Extraño por la vida, extranjero en mi casa. Lo entendí cuando paseando por la ribera de aquel afluente del Jarama, vi, por tener ojos, un pato despistado.
Mi tío
Sus despistes rayaban en la demencia. Olvidaba cerrar los grifos; ocasionó varias inundaciones en casa. Jamás cerraba una puerta; nos robaron por su culpa. No recordaba fechas ni aniversarios; llegó dos días tarde a su boda. No asistió al entierro de sus padres; al suyo acudió por casualidad.
Ajuste de cuentas
Despedían a sus pequeños, cuando de repente, un deportivo colisionó con el autobús, incendiándolo. Aturdidos, los padres corrieron a socorrer a sus hijos, mientras una mujer se acercó al coche y, obviando su agonía, le clavó una jeringuilla a su conductor y le escupió.
A sus pies
Nunca lo miraban. Los muchachos insolentes le daban puntapiés y derramaban el betún en el suelo. Años más tarde, un ministro puso el zapato delante de él. La saliva del limpiabotas se escurrió por su tobillo.
«Estoy viejo», se disculpó, pero él si los miraba.
Valiente
Miraba la pantalla a diez centímetros de distancia. Arrodillado, llorando. Se acercó más todavía y besó los labios del otro lado. Quitó el pause. Cinco años después, había tenido el valor de volver a ver aquel vídeo de cumpleaños.
Menú
"...cumpleaños feliz!," grita la tribu de caníbales con tridentes. "Sopla, sopla", dicen para que avive la hoguera. Y yo, en la marmita, consumiéndome, con mi piel arrugándose por ese caldo hirviendo y sazonado con 45 tacos de patas de gallo, carne de menopausia a borbollones y largos fideos blancos.
Gran talento o mínimo esfuerzo
Clase de dibujo infantil: María colorea mariposas, Alicia adorna con flores la escena familiar. El pequeño Luis mira atentamente su folio en blanco y me lo entrega.
―Es un oso polar camuflado con harina y nata, jugando al escondite en la nieve―explica sin ningún rubor.
Rubor
Se tapa su enrojecida cara. No puede ver lo que le ofrece su espejo desnudo.
Calores
No reacciona cuando me abro el abrigo.
— Yo le explico los síntomas, doctor, decidir la enfermedad es cosa suya.
Gran talento o mínimo esfuerzo
Clase de dibujo infantil: María colorea mariposas, Alicia adorna con flores la escena familiar. El pequeño Luis mira atentamente su folio en blanco y me lo entrega.
―Es un oso polar camuflado con harina y nata, jugando al escondite en la nieve―explica sin ningún rubor.
¡Qué grande eres pequeño!
La palabra es suya.
La esponja
Cuando la advertí en el baño, me asaltó el miedo, la inseguridad, la desconfianza… Y la llamé. Ella le restó importancia, un malentendido, dijo. Pero, yo por si acaso, la escondí. Que esos objetos los carga el diablo.
FAUSTO
Cada día, al amanecer, relee el contrato, incluida la letra pequeña. Hasta el momento ni rastro de él. Y sin su firma el contrato carece de validez.
Poco antes de su último suspiro empieza a creer que en estos tiempos ni el diablo es de fiar.
Por parejas
Evitaba al nuevo por los pasillos, en el patio... hasta que la de Lengua nos juntó en una actividad. Teníamos que escribirnos sobre lo que pensábamos del otro. La dejé en blanco; él leyó su redacción. Confirmó que no era de fiar. Sus palabras me robaron el corazón.
No me quiere
Estoy muy tenso; he fundido, una tras otra, tres bombillas. Pero luego he puesto, con ánimo de desintegrarlo, mi dedo fulminante sobre su corazón, y no ha pasado nada.
El corazón de Blancanieves
La malvada reina enrojeció de ira. Después de comerse las vísceras de ciervo que pretendieron el engaño, ordenó cortar la cabeza al sirviente mentiroso.
-A mí me iba a engañar, ¡ja! El de Blancanieves rezumaría terneza. Este está más duro que una piedra.
Entiendo que mi micro queda INVALIDADO, ya que El Notas ha escrito antes, ¿no?
Y que podré escribir otro, ¿no?
Si es así, la palabra es NADA.
Trueque
Observo al mendigo que me pide limosna a la puerta del supermercado. Parece exigirme que le dé algo de lo mucho que tengo: él no tiene nada.
Lo cambiaría todo con él. Todo. Hasta la mierda que me inyectan cada dos semanas y el pelo que me falta.
Entiendo que mi micro queda INVALIDADO, ya que El Notas ha escrito antes, ¿no?
Y que podré escribir otro, ¿no?
Si es así, la palabra es NADA.
P'alante!
La palabra es falta
Divorcio
Ni siquiera intentó tocar el balón, fue directo a la rodilla. El árbitro le mostró la tarjeta roja mientras el jugador contrario rodaba por el suelo. Se perdería el próximo partido, pero su contrincante no volvería a marcar un gol.
Gran talento o mínimo esfuerzo
Clase de dibujo infantil: María colorea mariposas, Alicia adorna con flores la escena familiar. El pequeño Luis mira atentamente su folio en blanco y me lo entrega.
―Es un oso polar camuflado con harina y nata, jugando al escondite en la nieve―explica sin ningún rubor.
¡Qué grande eres pequeño!
La palabra es suya.
La palabra es gol.
En la prórroga
Con sus equipaciones ven la tele en la sala de visitas con su look a lo Ronaldo, el gordo, y esperan ansiosos que marque su Madrid. Ronaldo, el bueno, mete gol. Es un partido de la liguilla, pero los niños lo celebran como si fuera el último.
En la prórroga
Con sus equipaciones ven la tele en la sala de visitas con su look a lo Ronaldo, el gordo, y esperan ansiosos que marque su Madrid. Ronaldo, el bueno, mete gol. Es un partido de la liguilla, pero los niños lo celebran como si fuera el último.
Buen remate Simpática Tinta, me lo has quitado en boca de gol...
La palabra es último.
OcioZero · Condiciones de uso
Concentración feroz
Un tornado arrancó el tejado de su casa, y una vaca acabó patas arriba desplomada en el parquet. Pero él no se dejó distraer, despejó la mesa de ramas y siguió escribiendo.