Independencia
-Me parece que ya has bebido demasiado.
La negra se lo repetía a sí misma cada cuatro de julio. Afuera los fuegos de artificio celebraban como cada año la tan vanagloriada hipocresía humana. Nunca bebía, pero ese día se sentía capaz de beberse el mismísmo Mississippi.
HAMBRE
En las noches sin luna, junto al gran río, unos se quitaban la capucha y otros el miedo y las razas se mezclaban en un ritual de sexo, sudor y un secreto que guardaba el caudal.
En las noches sin luna, junto al gran río, unos se quitaban la capucha y otros el miedo y las razas se mezclaban en un ritual de sexo, sudor y un secreto que guardaba el caudal.
Silencio
A lo largo de su vida echó al buzón innumerables cartas de exaltado amor. Siempre sin dirección. El cartero las atesora y, años después, sigue aguardando, muerto de sed.
Gula 2
A pesar de haberle reventado el estómago, bebió cuatro pintas de cerveza: comer siempre le daba sed. Cuando empezó a chorrear líquidos diversos por todos los orificios del cuerpo decidió cambiar de pecado y desató una ira inmensa a causa de la traición de sus órganos.
De vuelta
En el hospital, agradeció de corazón la nueva oportunidad a los médicos, el abrazo familiar de los desconocidos que le sonreían y el beso conyugal de la hermosa mujer que decía ser su esposa, mientras en su cabeza las fuerzas oscuras estrenaban posiciones al grito de “Henry morirás”.
Venganza
Preguntado sobre cuál sería para él el estado de dicha suprema, dijo: «La Tierra después del desastre absoluto. Solo una mujer ha sobrevivido aparte de mí. En cuanto la veo acercarse, joven y bella y repugnante, no lo dudo y me doy muerte. Es el fin del mundo.»
¿Ese es el estado de dicha suprema? ¿El fin del mundo?
La palabra es mundo
¡Uy! Así leído parece incluso un reproche... No era eso lo que quería transmitir, era una duda real sobre el relato (y luego me quejo de que no se me entiende).
La palabra es Biblia
Cosas del prota del micro, un poco retorcido él, sí, y vengativo, mucho, un poco como esos que se suicidan, o juegan a hacerlo, para joder a la pareja, solo que a lo grande
¡Qué tío el prota!.
Por cierto, el de la araña me ha super encantado (me identifico 
)
La palabra es morirás
Campanadas
Sobre el atrio, negros cuervos en vez de blancas palomas; a juego con las nubes que se me van formando. Ella, radiante, transita el pasillo pisando alegre los cadáveres de mil flores. Yo, agazapado en el campanario, acaricio el acero y espero el momento de objetar.
Uno, dos, tres, cuatro
Escucho la canción de Javier Álvarez y digo: ¡Albricias, ya no se objeta!
Qué bien...
Ahora disfrutamos de libertad para corrompernos o independizarnos sin ir a la mili.
He decidido hacerme político y corbrar comisiones, pero mi madre sí objeta. Dice que es inmoral.
Desavenencias conyugales
Vestía su traje azulón impecable para ir a misa de doce. Su marido la esperaba ojeando una revista algo picante. No recordaba la última vez que había amado a su esposa. Cuando ella llegó escondió la revista:
-¿Ya estás, amor?
-¡Calla y conduce! Nuestro matrimonio no incluye amistad.
Amistades peligrosas
Él era de la tribu de los lanceros; ella, escudera por parte de madre. Conocían al dedillo la historia de Romeo y Julieta pero, entre bambalinas, cuchicheaban juntos para quedar cuando acabaran las justas y se reían de semejante destino. Sin embargo, no supieron eludirlo.
Adicciones
Tercera recaída, o cuarta, ya no sé. Esta vez incluso hablamos de casarnos.
Interrogantes
¿Casarnos? ¿Cómo ha podido decir eso? ¿Quién le ha enseñado esa palabra? ¿Habrá sido Laura? ¿La habrá escuchado en un culebrón? ¿Quién le deja ver tanta televisión? ¿Qué hago, mato al loro o tiro el televisor? ¿O mejor, preparo la maleta y dejo una nota de disculpa?
Retirada
Ante la multitud de Núremberg hizo parar el desfile, apagar las antorchas y esconder las esvásticas. Bajó entonces las escaleras y lloró.
Dicen.
Retirada
Ante la multitud de Núremberg hizo parar el desfile, apagar las antorchas y esconder las esvásticas. Bajó entonces las escaleras y lloró.
Dicen.
Ay... (suspiro)
la palabra la dicen
La Mari
Cuando camina clava el taconeo en la acera. Falda prieta. Moño altivo, pechos como remates agrestes y la vista lejana, ajena a los piropos. Algunas vecinas, por purita envidia, la nombran con una palabra de solo cuatro letras.
Adiós
«Te quiero», susurró apoyando los labios en el espejo, y luego en el rastro de carmín añadió: una “M”, una “U”, una “E”, una “R”, una “T”, una “A”. Cuando el ascensor se paró, volvió darle al último piso, como si aún pudiera subir más alto.
Adiós
«Te quiero», susurró apoyando los labios en el espejo, y luego en el rastro de carmín añadió: una “M”, una “U”, una “E”, una “R”, una “T”, una “A”. Cuando el ascensor se paró, volvió darle al último piso, como si aún pudiera subir más alto.
One of these days...
https://www.youtube.com/watch?v=D1kZ6M2aMvw
... i'm going to cut you into little pieces.
La palabra en alto.
Nuevos tiempos
Desde que triunfó la revolución, el Gobierno prohibió las religiones y todo culto divino. Lo hicieron por nuestro bien y se lo agradecimos. Por eso aceptamos que, varias veces cada día, nuestro líder aparezca en la televisión y, alzando la voz, se dirija a nosotros como nuestro salvador.
Nuevos tiempos
Desde que triunfó la revolución, el Gobierno prohibió las religiones y todo culto divino. Lo hicieron por nuestro bien y se lo agradecimos. Por eso aceptamos que, varias veces cada día, nuestro líder aparezca en la televisión y, alzando la voz, se dirija a nosotros como nuestro salvador.
Este payaso de colores tiene pinta de lanza
Relojes
El tiempo era blando y se escapaba de las manos. Entre pinceles y sueños no llegaba a distinguir el final de un día y el comienzo del siguiente. Pero Gala siempre era la luz que le servía de guía en medio de sus desvaríos.
-¡He de volver a pintarla!
Corazón de tiza
Me agarra por la cintura y me dice que me querrá para siempre. Yo miro la pared y soplo. Diminutos granos de polvo blanco salen volando.
Teatro en casa
—Esto se llama ficción. Es una metáfora de la fuerza de la imaginación.
—Entonces, ¿nadie puede salir volando por una ventana?
—Solo las hadas, cariño, no los niños.
—Papá, ¿tú sabías que el vecino barbudo y gordo del segundo es un hada?
Alérgico
Aquel año tuve que vacunarme contra sus polvos, porque ya no sabía prescindir de ella. Cualquiera se hubiera rendido a aquella vida mágica y sin complicaciones, en la que todo estaba a mi alcance solo con pedirlo entre estornudos.
VACÍO
Le pilló de madrugada, en la cama. Y no estaban sus padres para decirle "Jesús". Al amanecer seguía temblando bajo las sábanas, pensando en cómo iba a salir de allí sin alma.
Posesión
Fue así. Él contactó y ella se presentó.
—¿Y bien? —susurró ella.
—Estoy muy solo.
—¿Deseas entonces…?
Asintió, y sin tiempo para arrepentirse, ella se introdujo en el cuerpo y expulsó el alma de él a los infiernos.
Nuevos tiempos
Desde que triunfó la revolución, el Gobierno prohibió las religiones y todo culto divino. Lo hicieron por nuestro bien y se lo agradecimos. Por eso aceptamos que, varias veces cada día, nuestro líder aparezca en la televisión y, alzando la voz, se dirija a nosotros como nuestro salvador.
Este payaso de colores tiene pinta de lanza
Ojalá fuese lanza o escudo, pero llegué tarde a esta página y alguien me dijo que entonces sólo me quedaba el concurso de la Sortija y otro que no recuerdo su nombre ahora. A la próxima espero estar más listo.
Palabra: infiernos.
Ojalá fuese lanza o escudo, pero llegué tarde a esta página y alguien me dijo que entonces sólo me quedaba el concurso de la Sortija y otro que no recuerdo su nombre ahora. A la próxima espero estar más listo.
Palabra: infiernos.
Vaya, siento haber metido la pata, pues vaya leyendo las bases de los dardos al sol, que desde este mismo mediodía puede usted participar con el tema estrellas. ¡Y mucha suerte!
La palabra sigue siendo Infiernos
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ENAMORAMIENTO
Mis ojos, cautivados, se posaron en sus curvas. Llovía, algo normal en otoño. Ella, empapada, chorreaba sensualidad. Limpié las gotas de deseo que inundaban mi frente y la besé. Alcancé el paroxismo al montarla de manera salvaje.
Señor Juez, yo no robé esa moto. Ella me robó a mí.
La palabra es mí
Chipichuski Fernández Pi (Tú puedes llamarme Chipi)