«Pasen sin llamar»
Cuando leí el cartel me invadió un repentino desasosiego y, al mismo tiempo, un enorme deseo de traspasar aquella puerta que se me brindaba tan franca. Entré. Ahora, mientras sorteo cadáveres en distintos grados de descomposición, busco escapar de este laberinto entre avisos de «no hay salida».
Culpable.
Encontrándose acorralado, entendió que su única posibilidad era buscar una salida por la puerta de atrás de su conciencia.
El gusanillo
Lo encontré en una manzana, de casualidad. Casi me lo como. Pero empezó a echarme la bronca y decirme lo que tenía que hacer y lo que no. Pensé que igual algún día me resultaba útil y lo conservé en una caja de cerillas.
Evolución
De una sola palmada, enciende los leds de la sala. Busca unas instrucciones entre los hologramas de archivos antiguos, Finalmente, saca la cajita que encontró en el mercado negro, y frota aquella extraña astilla contra su superficie. Una luz minúscula, que desprende un intenso calor, surge de la nada.
HUECA
La muerte repentina de doña Elvira sorprendió a todo el mundo: nadie sabía que estuviese enferma, no presentaba síntomas de violencia y su carácter optimista descartaba el suicidio. Pero la perplejidad creció cuando el forense, desencajado, dijo que dentro de su cuerpo no había nada, sólo un vacío inmenso.
Abrazo desmedido
Nunca había recibido un abrazo mayor. Tan íntimo, tan certero que a medida que la presión fue desapareciendo se disolvió como un azucarillo. Y quedó allí, en el suelo, un montón de polvo a merced del viento.
Se las llevó todas
―Debes estudiar más, por tu propio bien.
La ventisca se hizo con ella.
―Respeta a tu novia.
En manos del vendaval.
―Concéntrate en el trabajo.
El huracán cumplió su cometido.
―No bebas tanto.
El torbellino no faltó.
―¿Quiere que llamemos a un sacerdote?
Calma chicha.
Oda al plátano
Oro parece, dicen,
ese fruto tan dorado,
tan huérfano de redondeces,
tan por todos afilado,
Un oso cantó sus virtudes
a un niño asalvajado
y desde entonces se pela
con ritmo selvoafricano.
Plátano de mis delicias
yo te devoro en las noches
sin magnesio ni potasio .
La palabra es chicha
Pasarela Cibeles
Allí no iba a encontrar nada de mi gusto. Y los estrafalarios modelos que envolvían a aquellos saquitos de huesos no ayudaban precisamente. Fue en el guardarropa donde, disfrazada con suspiros de resignación y sueños de gloria, hallé una mujer de verdad, con curvas en las que perderse.
Pasarela Cibeles
Allí no iba a encontrar nada de mi gusto. Y los estrafalarios modelos que envolvían a aquellos saquitos de huesos no ayudaban precisamente. Fue en el guardarropa donde, disfrazada con suspiros de resignación y sueños de gloria, hallé una mujer de verdad, con curvas en las que perderse.
¡Ven aquí guapo!
(perderse)
Invisible
Cuando fueron en mi busca para la cena, no me encontraron. A punto de darme por perdido, el mayor de mis nietos exclamó: "¡Aquí está el abuelo!"
Quién me mandaría a mí levantarme de mi sillón y sentarme en otro lado.
Pasarela Cibeles
Allí no iba a encontrar nada de mi gusto. Y los estrafalarios modelos que envolvían a aquellos saquitos de huesos no ayudaban precisamente. Fue en el guardarropa donde, disfrazada con suspiros de resignación y sueños de gloria, hallé una mujer de verdad, con curvas en las que perderse.
¡Ven aquí guapo!
Hacedme un hueco, mozas iiieeepaaaa!!!! 
palabra: lado
Después de la tormenta Nada separa más a una pareja que levantarse, uno por cada lado de la cama.
Después de la tormenta Nada separa más a una pareja que levantarse, uno por cada lado de la cama.
Maldita sea. Otra vez que nos han escamoteado un aparte tras el título.
Si los jueces todopoderosos tuvieran la bondad, con gusto les haríamos un huequito en nuestra...
"Cama"
Hábitos agotadores
Me ducho, y arde la piel con tu recuerdo.
Centrifuga la lavadora, y nos imagino.
El espejo de la entrada me devuelve tu reflejo empañado.
Entro en el ascensor, excitada con nuestro último viaje.
Cuando nos encontramos en la noche, al fin se cumple mi deseo: dormir.
Géneros
Desayuno de coplas. Opereta en la oficina. Para comer, zarzuela. Tarde de infantiles, en inglés. Cena ligera. Y después de las nanas, mi blues de cama vacía.
Media naranja.
Mirada bovina bajo la suave cascada rubia. Rostro simple sobre los pechos turgentes. Muda, sorda, sin seso y de caderas acogedoras. Mi muñeca es mi sueño ideal de mujer. Lo que hay tras su látex me complementa y me refleja. Sus carencias son las mías.
Sueños
Quise que fueras mía...
y soñé,
que lo eras.
Mía,
solo mía.
Y al despertar del sueño
y verte allí...
Dormida.
Supe que no,
que jamás serías mía.
Y volví a hundir
mi bronce, en tu cálido sueño,
y soñando que soñaba,
el uno fuimos del otro.
Pràctica
Con el suyo, seguía follando los domingos, como quien comulga, ave Maria purísima, pero sin confesiones de por medio.
Balines
Tras discutir una hora sobre quién había sido el autor del disparo mortal, decidimos repartirnos el triunfo salomónicamente. Yo conté que había hecho estallar la cabeza de una rata y él que había reventado sus tripas.
Hacer de tripas corazón
Se ve que de pequeño le subsanaron aquella lesión cardíaca de la manera más burda. Una piel de intestino rellena de embutido para fortalecerlo y mejorarle el latido.
Desde entonces no puede evitar ser un chorizo. Lo lleva en la sangre.
Hacer de tripas corazón
Se ve que de pequeño le subsanaron aquella lesión cardíaca de la manera más burda. Una piel de intestino rellena de embutido para fortalecerlo y mejorarle el latido.
Desde entonces no puede evitar ser un chorizo. Lo lleva en la sangre.
Palabra: sangre
MAR EN LA SANGRE
Su padre lo llevaba a navegar, pero Roque amaba tanto a los animales, que no soportaba la agonía de los peces en la red. Decidió que jamás sería pescador. Lo malo es que llevaba el mar grabado en sus genes... Creció y se hizo pirata.
El Jefe
Era un desastre buscando tesoros, se golpeaba contra los mástiles cuando intentaba los abordajes, y de su pata de palo daban buena cuenta las termitas.
Era el peor en su oficio; así que abrió una página web.
DE ARRIBA ABAJO
Buscó en Internet la información y materiales necesarios para hacer su propia casa. La empezó por el tejado y le llevó toda la vida alcanzar los cimientos. Entonces, se dio cuenta de que había que retejar. Pero ya no tuvo fuerzas para subir.
Promoción
Se aproxima el fin del año fiscal en la empresa; con él, las promociones. Toca afilar los cuchillos antes de hablar con otros candidatos potenciales.
Estrategia de venta
No parecía muy convencido, así que tuve que recurrir a mi mejor labia: necesitaba mudarme cuanto antes. Le dije que las hermosas formas de la casa eran estilo Gaudí y que la decoración de la fachada era exclusiva, algo muy demandado por otros ilustres cangrejos ermitaños.
Desconfianza
Decidieron vivir en soledad; aislarse en su propio mundo e inmolar, en el más feroz sacrificio, los proyectos en común. Eso los salvaría de las emociones humanas.
Nada podría dañarles; mas sin tener a nadie con quien compartir su existencia, tampoco volvieron a soñar.
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Primera valiente
Alta de las palizas diarias, Vilma, aquel día, no le abrió la puerta.