Hito
El tertuliano llamó la atención del público cuando se dobló sobre sí mismo y se rindió a las arcadas. Al poco, entre bilis y mentiras, había dado a luz al primer bebé sin cerebro de la historia. Por suerte, el alumbramiento tuvo lugar en horario de máxima audiencia.
Tocar madera
Despidieron a la pata de conejo, a la herradura y al trébol de cuatro hojas. Necesitaban algo diferente para recuperar la audiencia. Tras una minuciosa selección, contrataron a Pinocho. Les daba en la nariz que, a partir de ese momento, volverían a tener suerte.
La suerte del principiante
La primera vez que fui a pescar cogí cuatro doradas. En el bingo canté dos líneas y un pleno. En la primera discoteca que visitaba me enrollé con la chica más guapa, y la primera vez que se la metí se quedó preñada de trillizos.
Estorbo
—Ve a mirar otra vez.
No hay manera, así que me levanto y voy al cuarto del fondo. Hago un poco de tiempo, me acerco a la cuna, retiro la almohada. Cuento, uno, dos, tres. Ninguno respira.
—Estás de suerte —digo volviendo a la cama—, durmiendo plácidamente.
Naturaleza muerta
Un viento apacible seca el sudor de sus manos. La escopeta descansa a su lado. Una calma, durante mucho tiempo buscada, por fin mece su espíritu. La sangre mana de su abierta cabeza, rompiendo la quietud del cuadro.
Ofrenda
Cada trazo de mi pincel arrancaba tu piel y la plasmaba en el lienzo. Poco después, tu cuerpo desnudo estaba sobre mi tapiz, mientras en el suelo solo quedaba tu ropa.
“Cállate, tonto”, me decías, divertida, cuando te aseguraba que para mi cumpleaños, tú serías mi mejor regalo.
Futuro próximo
En la tienda, la mujer compra un sobre con matasellos del 2000 y una carta manuscrita de una tal Lola. Ha sido una suerte encontrar ese regalo para su hijo. Siempre le han gustado las antigüedades.
Me he dejado la "suerte". Pues nada, mala suerte
La palabra es regalo.
Lo mismo digo, la palabra es antigüedades
Justeros, el lunes 24 de marzo celebraremos una Hora Feliz, desde las 23 h a 24 h., y con ello clausuraremos la XII Sortija. Así que yo de vosotros no me la perdería.
¡Os esperamos!
Palabra: Antigüedades.
Coleccionismo
Mis ojos lo descubrieron entre relojes polvorientos, libros de otros siglos y cajas de música nacaradas. Subido a un viejo taquillón el gatito me miraba con sus ojos dorados, invitándome a dar el paso. Y lo di: sin que nadie me viera me lo metí en un bolsillo.
Todo facilidades
Sacó una pluma, un tintero, una silla de tijera y una mesa de campaña, y todo lo sacó de su bolsillo, claro que era el bolsillo de Mefisto. Sobre la loma que dominaba el campo de batalla, y no sin cierta ceremonia, firmé el contrato.
Ley de Hooke
El alargamiento que experimentó aquella parte de su cuerpo fue directamente proporcional a la fuerza aplicada por mis dedos.
El puesto de profesora interina de física ya era mío.
Pruebas
Mi perfume en los poros de su piel. Los surcos de mis uñas en su espalda. Mi cuerpo desnudo en su retina. El tacto de mis labios en su polla y las bragas que he guardado en su bolsillo, te dirán, aunque duerma en tu cama, que me pertenece.
Mía
Provisto, a falta de algo mejor, de un carrete de hilo, delimité un rectángulo alrededor de la bañista. Luego me descalcé, y tumbándome a su lado, empecé a lamer la arenilla de su sien. Aún me escuece la bofetada. Ahora es mi mujer. Algún día os contaré cómo fue.
Tú
La soledad dispersó en aire mis palabras de amor. Tú las cazaste al vuelo y las guardaste. Hoy, impresas sobre el papel, se proyectan en nuestro futuro. Cuando pienso en que hubiera pasado, tiemblo.
Me coges la mano y sonríes: "Fue".
Filosofía
Hubo en tiempo en el que pensó, luego fue. Cuando la conoció, ella fue su opio. A partir de entonces fue mortal por sus temores e inmortal por sus deseos. Ni se hizo el idiota, ni lo fue: simplemente, se convirtió. Fue feliz.
Sensación desconocida
Se asustó cuando sintió burbujear aquella sensación en su alma. Notaba los ojos turbios y ardientes y luchó contra los músculos de su cara que pretendían relajarse en ¿una sonrisa?
Pero lo peor fue aquel sonido desconocido que brotó impunemente de su pecho: solo podía ser una carcajada.
Diálogo palindrómico
-Ada, tosí raro ¿no?
(sonora risotada)
-Ajá, Jane, noto rojo ese ojo roto, nena, jaja.
Diálogo palindrómico
-Ada, tosí raro ¿no?
(sonora risotada)
-Ajá, Jane, noto rojo ese ojo roto, nena, jaja.
La palabra es jaja?
Enferma
Siempre me pareció un poco rara, la verdad. Su comportamiento no era muy normal. Esta vez, según dicen, cometió la obscenidad de reírse en público. Desnudarse delante de todos no resultaría más violento. Naturalmente fue señalada, prendida y encerrada en un establecimiento psiquiátrico.
Nomenclatura
El que mataba ratas invisibles para salvarnos padecía psicosis superheroica, el que quería matar a todos era el de la paranoia asesina. Y aquella mujer que llegó con las lágrimas descarriadas y suspiros viejos prendidos de la solapa solo supimos llamarla loca de amor.
Eterno amor
Te amo, en cuerpo y alma, cuando estoy dentro de ti. Se ensanchan mis pulmones, y es tu oxígeno el que penetra en mi interior. Te sabes mía, y yo me entrego por entero.
Un instante para el éxtasis, y una noche, entera, intentando recordar tu nombre.
Buenas noches, justeros.
Empieza la Hora Feliz.
¡A divertirse!
La palabra es: nombre
Orgullo
Me llamó con cien palabras que significaban lo mismo, pero no pude acudir: él había profanado mi verdadero nombre cuando traicionó mi lealtad.
Amigos leales
En el nombre de padre matamos a los cuatro hombres que nos dijo. Se aburría mucho en el otro lado. Ahora no nos dejan dormir las timbas en el desván.
Amigos leales
En el nombre de padre matamos a los cuatro hombres que nos dijo. Se aburría mucho en el otro lado. Ahora no nos dejan dormir las timbas en el desván.
Micro que no se ajusta.
La palabra es lealtad
Amigos leales
En el nombre de padre matamos a los cuatro hombres que nos dijo. Se aburría mucho en el otro lado. Ahora no nos dejan dormir las timbas en el desván.
Micro que no se ajusta.
La palabra es lealtad
¿Por qué? ¿Tiene normas la hora feliz?
Amigos leales
En el nombre de padre matamos a los cuatro hombres que nos dijo. Se aburría mucho en el otro lado. Ahora no nos dejan dormir las timbas en el desván.
Micro que no se ajusta.
La palabra es lealtad
¿Por qué? ¿Tiene normas la hora feliz?
Y tanto, gatonegro, como en la Sortija habitual.
Lealtad
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Valores
Hasta que te conocí, siempre pensé ser una chica con suerte: conseguía todo lo que deseaba solo por mi cara bonita. A partir de entonces comencé a sufrir, tratando de cultivar para ti mi poco ejercitado cerebro.
(Reciclado, creo que asi encaja)
Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara