Las consecuencias de crecer
El impacto dejó una grieta en el ventanal y una discreta mancha de sangre. La mujer pensó que tendría que volver a limpiar; el hombre, en el coste del cristal nuevo; solo el pequeño Nicolás salió corriendo a la calle para recoger a la maltrecha paloma.
Remitente
El único habitante del planeta diminuto escribe mensajes que ata a la pata de una paloma. Cuando echa al ave a volar, cierra los ojos y procura olvidar. El engaño funciona: a los pocos minutos, ve una paloma aparecer en el horizonte y logra sentir una pizca de esperanza.
Mientras el resto de sus compañeros corrían hacía una muerte segura, aquel niño soldado decidió utilizar su fusil para dibujar las casillas de una rayuela en el suelo.
Apus apus
Quería ser como ellos y pasar su vida volando, aferrándose esporádicamente a los aleros, durmiendo en el cielo, alimentándose en la brisa, sin tener que tocar, jamás, el suelo. Miraba sus pies atrofiados sintiéndose un vencejo. Aquel día decidió no frenar la silla al borde del acantilado.
Dilema
Tu alma angelical tira de mí hacia arriba. Con la misma fuerza, una sirena me reclama allá en las aguas profundas. Y yo, que no acabo de decidirme, sigo aquí, con la mochila cargada de dudas, echando raíces en este farallón.
Salvando la negra honrilla
Cuentan que el mejor capitán de navío que existió, naufragó luchando contra Neptuno. Su tridente partió en dos el barco, y el mar lo engulló. La leyenda no dice nada de que, en plena borrachera, el marino encalló con un saliente rocoso en medio del mar.
Náufrago
Ya está aquí el mar. Quién lo hubiera dicho, el diluvio estaba por venir. La meseta bajo el agua, pero el mar sólo toma lo que es suyo. Encerrado en mi alta torre, termino de garabatear estas notas. En el último momento las tiraré abajo. Vano intento.
Intentos fallidos
–Una barra de cuarto, por favor –dijo, casi tartamudeando.
–Vaya, a usted debe gustarle mucho el pan. Viene tres veces al día, cada día de la semana –contestó la dependienta con una sonrisa.
Cuando salió, lanzó la barra a la basura. Era alérgico al trigo.
El pan vuestro de cada día
Nunca fuiste trigo limpio. Ya lo dijo la Mari cuando se lió contigo aquel verano. Pero ninguna quiso dejar de fermentarte, amasar tu cuerpo, meterte en el horno. Y devorarte.
Perdidos
Dormían con un ojo abierto y sin darse la espalda. A medida que menguaban los víveres se acrecentaba su desconfianza. Enfrentaban sus miradas hasta que el sueño ganaba terreno a la vigilia. Antes de arrojarse el uno sobre el otro ya se habían devorado con los ojos.
Trampa
Ha estado tejiendo, primorosa y delicadamente, bajo la luz de la bombilla. Sabe que me gusta, que no puedo resistir semejante atracción. Me espera en la penumbra de la esquina con los ojitos brillantes y llenos de voraz deseo. Los ocho.
90 grados a la derecha
Ella dijo que le amaría siempre, y firmaba sus cartas con el símbolo de la eternidad.
Él veía aquello como una premonición, ya sabía que aquello no duraría más de ocho semanas.
Ambos veían las cosas desde distintos ángulos.
Aperturas
Recibía un bofetón de su recto padre cuando no podía reprimir ser agudo. Al final acabó, como todos sus hermanos, volviéndose obtuso.
Lerdo
Trató de juntar los pedazos del cristal roto de sus gafas, no tenía dificultad, pero no fue capaz; perplejo introdujo un dedo en la cuenca vacía de la montura, se la puso de cualquier manera; luego un pie atrajo su atención y le hizo reír a carcajadas.
—Presidente, apúrese.
La agonía de los cuentos de hadas
Cuándo se aproximaban las doce en el reloj de la torre de palacio, Cenicienta corría para no ser descubierta al deshacerse el encantamiento. Aunque lo intentaba, nunca conseguía evitar perder su zapato de cristal. Después de tantas lecturas estaba harta de ser princesa.
Nunca es demasiado tarde, princesa
Fue de cuento en cuento secuestrando todas las perdices de los finales. A cada una le anudó un cordel al cuello y, con un grito triunfal, huyó de la tripa de aquel libro aburrido.
Fantasía
El mundo le parecía tan aburrido que había creado uno propio a su medida. Con solo cruzar la puerta imaginaria de su mente aparecía allí al instante. Un día perdió la llave y, mientras la buscaba a lomos del dragón escarlata, su hija se encargaba de cambiarle los pañales.
Aún en pañales
Después de veinte años, los científicos han encontrado la huella estelar que dejó el Big Bang ahí fuera. Ahora habrá nuevas inversiones para seguir observando el universo.
Lástima que nadie vea ya futuro en mirar hacia dentro.
Joya
Tus ojos de esmeralda invitaban a poseer el jade oscuro de tu cuerpo. Deslumbrante como un zafiro, dura como el cuarzo, eras el reto de los buscadores de oro. Cuando despertabas, como cada día, sola, volvían a aparecer tus lágrimas de diamante, que rayaban, rígidas, tu corazón de cristal.
Un cristal
Regresaba angustiado cuando le salió al paso un bulto vacilante. «¿Quieres follar?» Rehusó amable y se alejó, contento de que una puta se fijara en él. Más tarde, sentado en un bar frente a un bostezante camarero, volvió a convencerse de que seguía siendo completamente invisible.
Amigo
Jugabas, comías y dormías conmigo, pero mi madre jamás supo que vivías en casa; nunca me permitió tenerte. Formabas parte imprescindible de mi vida y cuando salíamos a pasear me miraban sin comprender mis posturas, pero yo conocía las leyes municipales: tenía que llevarte atado y recoger tus excrementos.
Discreta ausencia
Todos pensaron que el viejo Antonio dejó de sentarse en el banco del parque porque estaba sucio.
Solo las palomas sabían que estaba sucio porque el viejo Antonio dejó de sentarse en él.
Su piedra
Paseó su mirada por todos: los que la contemplaban expectantes, los que le guiñaban el ojo, los que le ofrecían flores o bombones, los que tímidamente posaban su vista en cualquier otro objeto…Pero una vez más le escogió a él, a pesar de su actitud altanera y despectiva.
Falsas apariencias
No, tú no ladras nunca. Te limitas a mirar el mundo con autosuficiencia, a veces poniendo ojos de cordero degollado; otras, luciendo tu mejor cara de asco. Pero siempre al acecho. Siempre a la espera de una nueva víctima: carne fresca para tu instinto depredador.
Desde que El Buen Gusto se impuso definitivamente en el arte, todo lo feo y repugnante fue excluido de cualquier manifestación, presente y pretérita, aunque hubo ciertas inesperadas resistencias: el pintor que enviaron al Prado a «embellecer» a Saturno acabó al pie del andamio, vivo pero privado de su cara.
Azar primigenio
Cuando la moneda cayó al suelo, a Cristo se le torció el gesto.
–Te lo dije, Jesús –le recordó San Pedro apoyando la mano en su hombro –. Debiste escoger cara.
¡Qué mala suerte, chatos! Es mi día de la superstición, y espero que vuestros micros me traigan suerte.
- Durante todo el día 21 de Marzo, desde las 00:01 h. hasta las 23:59 h., todos los micros presentados en la Sortija, deben incluir al menos una vez la palabra "suerte". Podrá estar tanto en el título como formando parte del micro.
- El resto de normas serán las usuales (50 palabras máximo, tema del micro: la palabra con la que termina el anterior, sólo un micro por día cada justero).
-Los micros que no la incluyan, no serán eliminados, pero los jueces no los tendremos en cuenta de cara a la elección final del ganador.
La palabra es cara
Adivinando mi suerte
Decidí dejar al azar nuestra relación. Cara, me marchaba; cruz, seguíamos juntos. Al lanzar la moneda rodó hasta colarse por una rendija, y desapareció. Tú pensaste que aquello era una segunda oportunidad. Yo se que salió cara, porque, desde entonces, siempre estuve lejos de ti.
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Catástrofe
Anoche el cielo crujió cuando un caracol cedió bajo mi pie. Hoy el mundo ha amanecido sembrado de cristales.
Haber quien es el guapo que se atrebe a hecharme un púlso