Adiós, mi amor
Ella dice que te perdone, que es mejor soportar que odiarse, y aunque me acerca la sierra y se ha hecho cargo de la bañera y lo ácidos, le veo en la mirada esas ganas de que nos seas cercana, aun a riesgo de los malos salpicares.
Llego tarde. La palabra supongo que es atrás, con tilde.
No te vuelvas
Cuando se levanta de madrugada, Carlitos va de puntillas hasta el baño. No quiere hacer ruido, ni despertar a nadie. Ni siquiera a la oscura presencia que sopla aquel gélido aliento sobre su nuca, susurrando su nombre, cada noche.
Noche cerrada
Cada puesta de sol múltiples lamentos escapan del profundo pozo de las afueras del pueblo. Los vecinos asustados se encierran en sus casas bajo cuatro llaves y hacen como que no escuchan nada. Al amanecer, el canto del gallo los devuelve a su oquedad.
La chica hueca
Tan vacía como una silueta, camina por la calle bajo un paraguas y todo la traspasa. Nada deja poso en su interior. Abrazarla es abrazar al aire, besarla es soplar, gritar su nombre es guardar silencio. Y sin embargo amarla es lo único que llena.
Tú llena y yo tan vacío
Hoy resplandeces como si estuvieras viva, redonda y perfecta. En tu regazo me siento licántropo y aúllo por ti y por el niño que llevas dentro. Te lo llevas contigo, mi amor, al fondo de la tierra.
¡Tierra, trágame!
Esta vez la tierra le hizo caso, el suelo creció y ella acabó cayendo cuan larga era en una grieta de su garganta.
Morir de amor.
Entorno a tu cuello giraba mi vida; la semilla que tragabas, la sangre que te succionaba. Tanto me gustaba que en el frenesí de mi amor se quebró tu cerviz. Ahora vivo aferrado al aroma de tu bufanda.
Cuentos
Crecí aferrado a los símbolos que le dieron un toque mágico a mi infancia. La manzana de Blancanieves, el zapato de Cenicienta, la nariz de Pinocho y sobre todo la bufanda, regalo de la abuela de Caperucita Roja, que yo solía compartir con el muñeco de nieve.
Juegos eróticos de invierno
Desde el ventanal de la cafetería que reina Formigal, vio a su querida esposa quemando la nieve con el fornido monitor. Los copos, entonces, tuvieron forma de adiós.
Morir de amor.
Entorno a tu cuello giraba mi vida; la semilla que tragabas, la sangre que te succionaba. Tanto me gustaba que en el frenesí de mi amor se quebró tu cerviz. Ahora vivo aferrado al aroma de tu bufanda.
Lord_Ruthven, si me lo permites: ahórrate los puntos en los títulos. No son correctos.
Saludos.
La marea
Invado tu espacio, hambriento, agitado de una fuerza incontenible. Sólo una vez penetraré en tu dorada naturaleza y arrastraré conmigo un pedazo de tí. La luna me hizo infiel, y la eternidad el amante de una sola noche.
Hastío
Siempre llegaba con tres copas de más, varios billetes menos y un nuevo gatillazo. En cuanto ella escuchaba las llaves peleándose con la cerradura, se acurrucaba suplicando que no la tocara. Anoche, cuando él regresó, descubrió que esas llaves jamás volverían a abrirle la puerta de su vida anterior.
Cosas que pasan
El día anterior estuvieron a punto de enterrarme. Todos creían que había muerto. Los oía hablar sobre mí; algunos lloraban. Al parecer todos los síntomas eran claros.
Hoy mis cenizas vuelan con la brisa sobre el mar.
Apnea
Jugábamos a contener la respiración. Yo buceaba en un barco hundido y se me enganchaba el traje en un ojo de buey. Entonces aparecías tú, con tu cola de sirena, para salvarme. Ya en tierra, practicábamos el boca a boca durante horas. Hasta que conseguimos ahogarnos.
Castigo
Intentó estrangularlo de todas las maneras imaginables. Probó a abandonarlo en un callejón, arrojarlo a un cubo de basura, meterlo en una bolsa de plástico y hundirlo en el río, incluso a matarlo de inanición. Nada dio resultado. El bebé volvía a aparecer en la cuna. Llorando, siempre llorando.
"Te acompaño en el sentimiento"
Mis lágrimas son exquisitas, justo en su punto de sal. Es un negocio antiguo, vengo una de familia de plañideras. Las moldeo para que queden perfectas y se las vendo a esas damas de buena familia que solo saben verter lágrimas de cocodrilo.
Como no se puede editar hago una precisión: donde pone "vengo una de familia..." debe leerse "vengo de una familia...".
La palabra es cocodrilo
"Te acompaño en el sentimiento"
Mis lágrimas son exquisitas, justo en su punto de sal. Es un negocio antiguo, vengo una de familia de plañideras. Las moldeo para que queden perfectas y se las vendo a esas damas de buena familia que solo saben verter lágrimas de cocodrilo.
Muy bueno.
La palabra es cocodrilo.
"Te acompaño en el sentimiento"
Mis lágrimas son exquisitas, justo en su punto de sal. Es un negocio antiguo, vengo una de familia de plañideras. Las moldeo para que queden perfectas y se las vendo a esas damas de buena familia que solo saben verter lágrimas de cocodrilo.
Muy bueno.
La palabra es cocodrilo.
¡Muchas gracias, bonica! 
La palabra es cocodrilo.
Un bicho raro
Desde que rompió el cascarón todos los cocodrilos se burlaban de él. No lo entendía. Cazaba, jugaba, reía y lloraba como los demás.
Nunca supo que había nacido azul.
Tampoco ella era mi princesa
Tenía los ojos azules, vestía traje del mismo color y su piel dejaba ver un ligero tono azulado a través de ella. Y sin embargo cuando la vi caer sobre la nieve sus ojos dejaron de brillar y todo se empapó de un rojo intenso.
Buscándome
Primero fue el alcohol, a raudales. Después vinieron otras sustancias, hasta perder la noción de la realidad. Luego probé con el sexo, salvaje y desproporcionado. Nada es suficientemente intenso. Mis manos tiemblan manchadas de sangre tras el primer asesinato; tampoco es lo que busco. Último intento: el suicidio.
Final
Seis balas para no fallar. Una botella de whisky para no temblar. Y un narrador blandengue para darle una segunda oportunidad y matar, así, una novela imbatible.
¡Victoria!
El orgullo y la satisfacción se vislumbraban en su rostro cansado. Habian sido duros combates, nervios, concentración y mucho esfuerzo. Muchos eran los derrotados; ninguno habia logrado vencerle. ¡Era el glorioso campeón de las microjustas!
De premio, un samoyedo
Las garrapatas montadas sobre sus ágiles pulgas, se enfrentaron en un feroz combate por ganar el mejor pelaje. Aquel que diera con su cuerpo en la arena se vería condenado a vagar, sin rumbo, por el cuerpo del chiguagua.
Se busca chiguagua
¿Por qué se le ocurriría separarse de su dueño? Ahora desentonaba en aquel furgón, con aquellos enormes compañeros de encierro y lo que es peor, se le empezaba a despertar el hambre al mastín.
Fin de raza
Ladraba más que mi mujer.
Anoche tuve que matarlo. Hoy lo enterraré.
Tesoro
No había duda, según el plano aquel era el lugar. Pico y pala en mano comenzaron a cavar. La tierra estaba suelta, daba la impresión de haber sido removida hacía poco tiempo y temieron lo peor, sin sospechar siquiera que encontrarían sus nombres escritos en una gran lápida.
La Viagra y sus efectos secundarios
R.I.P.
1940-2013
Aquí yace Antonio Ponce
Mucho roce y mayor goce.
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Déspota
Quiza se haya cansado de mi. Quizas ya no valgan las zalamerias, las buenas palabras y las promesas. Tal vez ya sea tarde para regalarle bombones o prometer cambios. Cuando el pueblo agarra las antorchas no suele haber marcha atras.
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