OPERACIÓN REBUZNO
—¡¡¡Exterminaremos hasta el último burro!!! —vociferó el Führer como si tuviese dos megáfonos en vez de pulmones.
El espionaje aliado había hecho creer a los nazis que contaban con burros capaces de detectar minas antipersona.
Por poco, esa táctica de distracción no cambió el rumbo de la historia.
Fallo de contabilidad
Vuelve a contar: uno. Y ya está.
No puede ser: uno.
Quizá aún está aturdido, quizá el humo y el ruido le aturden, quizá el lodo y el metal le confunden, pero jura y perjura que tenía dos antes de pisar la mina.
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En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...
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