Balance editorial de Saco de huesos 2020

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Después de un pequeño repunte en el 2019, este año, el año de la pandemia, ha sido el año de un buen batacazo.

Por no decirlo de un modo más vulgar, vaya. En el 2020 hemos tenido tan solo un 50,07% de las ventas que el año precedente (345 ejemplares frente a 689, de las cuales 42 han sido en digital y 18 en formato impresión bajo demanda). Creo que no podemos caer más bajo que esto, literalmente, porque, si no, igual el proyecto pierde todo sentido y hay que remodelarlo de cabo a rabo. No es ya que genere pérdidas, que es algo asumible a corto e incluso medio plazo, sino que no llega a los suficiente lectores para justificar embarcar a más gente en él. Igual suena demasiado crudo, pero es algo que voy a plantearme seriamente a lo largo del año.

Por supuesto, hay causas objetivas que explican el bajón. Este año no he podido ir a España, con lo cual tampoco he podido hacer ninguna presentación en carne y hueso, ni tampoco participar en ningún sarao. Los propios autores tampoco han podido moverse. Y, en general, casi nadie ha podido moverse gran cosa. Crisis y vacas flacas, lo que no es sorprendente visto el panorama.

Pero tampoco se trata de tirar balones fuera: también ha habido decisiones personales que explican que no haya podido estar al 100% con la editorial. Por un lado, he pasado mes y medio de formación con los bomberos, algo que he considerado prioritario dado el contexto actual pero que ha robado horas a la editorial. Del mismo modo, también he invertido tiempo en preparar un concurso interno de profesor. Son cosas que hay que asumir y sobre las que hablaré en algún momento con más detalle: si por un lado tengo la seguridad económica que permite la supervivencia del sello, por otro renuncio a poder dedicarle todo el tiempo que merece. Al final, tengo que encontrar un equilibrio y tengo la impresión de que en los últimos meses la cosa mejora. Despacio, pero mejora.

Por otro lado, el flanco digital aparece, eso es cierto, más magro de lo que ha sido realmente porque todavía no tengo las liquidaciones de Lektu: están incluidas solo las de Amazon y las de nuestra propia web, que siempre son más bajas. Es decir, hay margen para no caer en la desesperación, sobre todo teniendo en cuenta que este año han aumentado las ventas digitales, aunque sería una necedad negar que ha sido un año complicado.

Además, hemos distribuido muchos más libros que los que hemos vendido, lo cual es también una alegría y algo que da sentido a Saco de huesos, porque nuestra vocación es esa: dar difusión al género fosco y aledaños. A los ejemplares de cortesía para los autores y los ejemplares de prensa, este año pasado hemos sumado los ejemplares que a partir de ahora damos con el Premio Nosferatu.

Si echamos un vistazo por colecciones, vemos que nuestra actividad principal continúa a ser la narrativa de terror. La colección Medianoche, que engloba las novelas y antologías de este género, suman 178 ejemplares (17 de los cuales en formato digital y 14 en impresión bajo demanda). No es gran cosa pero, al mismo tiempo, solo hemos tenido dos novedades, la antología colectiva Kaijū dedicada a estos monstruos gigantes y la quinta entrega del Bestiario de lo sobrenatural, Ecos de Mary Shelley, que ha venido acompañada del resurgir del concurso homenaje a John William Polidori. Además, hemos realizado la reedición de El hombre tras el monstruo, de Francisco José Segovia Ramos, que publicamos originalmente en la línea A sangre. Mis circunstancias personales no me han permitido concretar varios proyectos que irán saliendo a lo largo de este año.

En segundo lugar tenemos a nuestra colección insignia Calabazas en el Trastero con 60 ejemplares vendidos (21 de los cuales en formato digital), que ha contado con los lanzamientos de Conmemoraciones y Maldiciones (que nos ha llegado de imprenta ya en el 2021) y dos reediciones muy esperadas: la del Especial Poe y la de Asesinos históricos. De nuevo, no vamos todo lo rápido que querríamos, pero vamos recuperando terreno. Nuestro objetivo para este año es ponernos al día de reediciones (tenemos ya en preventa Aparecidos y en marcha la de Bosques) y de títulos por publicar (tenemos a punto de ir al horno Coleccionistas).

A continuación llega la colección Laberinto, dedicada a ficción interactiva, gracias al lanzamiento del librojuego Bree y el misterio de Slenderman de Pedro Escudero, Andrés Díaz y Fernando Lafuente y la reedición de Roñan el fárfaro de Ricard Ibáñez. En total ha sumado 53 ejemplares, todos ellos en papel. De nuevo, teníamos previsto el lanzamiento de más títulos, incluido un juego de rol, pero las circunstancias no han permitido concretar estos proyectos. Esperemos que salgan a la luz a lo largo del 2021.

Por su parte, nuestra línea de fantasía, Gorgoneion, levanta algo el vuelo en ventas (42 ejemplares, uno de los cuales en formato digital) y gracias al lanzamiento de Sueños de la Gorgona: Serpientes, que ha terminado viendo la luz este 2021, más tarde de lo previsto. A lo largo del año esperamos reforzar también esta línea retomando el concurso homónimo y presentando algunas novedades.

En último lugar, sin nuevos títulos este año, tenemos la línea Taradaña dedicada al cómic y obras ilustradas con 12 ejemplares, dos de los cuales en formato digital. Es una colección a la que, como insisto cada año, nos gustaría dar un impulso mayor, pero a la que no nos llega prácticamente material.

En conjunto ha sido un año muy flojo por las circunstancias globales y las personales del editor, que han hecho que, al final, solo consiguiéramos lanzar nueve títulos, de los cuales cuatro han sido reediciones. Es decir, que la actividad ha sido baja en muchos (demasiados) frentes.

Como no me gusta terminar las cosas con una visión negativa, menos aún derrotista, voy a resaltar que sí ha habido avances. Por un lado, hemos conseguido estar más presentes en las redes sociales y mantener al día iniciativas como el videoblog, lo que nos ha permitido llegar a más gente que nunca y en el que hemos inaugurado nuevas secciones. También hemos conseguido reactivar uno de nuestros más queridos concursos (el Polidori) y estamos cerca de poner el Sueños de la Gorgona de nuevo en marcha. Al mismo tiempo, hemos dado un buen impulso a Calabazas en el Trastero y espero que normalicemos su situación en unos meses. Hay luz al final del túnel.

Ahora toca ver cómo podemos avanzar más rápido hacia esa luz, de un modo eficaz, y, por supuesto, ver cómo podemos llegar a más lectores. Si queréis echarnos una mano, una buena manera es hablar de nuestros libros e iniciativas a aquellos que creáis que pueden interesarles. Saco de huesos siempre ha sido una iniciativa familiar y cuenta enormemente con el boca oreja. Y, por supuesto, si podéis pillaros alguno de nuestros libros, miel sobre hojuelas. Algunos están el Lektu incluso en formato “paga lo que quieras”. Más a tiro no podemos ponerlos.

 

Si tenéis curiosidad por los balances de los años anteriores tenéis el del 2014 en http://www.ociozero.com/blog/2690/edit-ando/37219/balance-de-ventas-2014,

el del 2015 en http://www.ociozero.com/blog/2690/edit-ando/38655/balance-editorial-de-saco-de-huesos-2015,

el del 2016 en http://www.ociozero.com/blog/2690/edit-ando/39739/balance-editorial-de-saco-de-huesos-2016

el del 2017 en http://www.ociozero.com/blog/2690/edit-ando/40240/balance-editorial-de-saco-de-huesos-2017

el del 2018 en http://www.ociozero.com/blog/2690/edit-ando/40584/balance-editorial-de-saco-de-huesos-2018

y el del 2019 en http://www.ociozero.com/blog/2690/edit-ando/40819/balance-editorial-de-saco-de-huesos-2019

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