El castillo de Slyngebard permanecía deshabitado después de varios siglos. Sin embargo, a pesar de que se encontraba casi en ruinas, seguía ocultando tras sus muros una gran actividad.
La mar es la vida, es la alegría para los sensibles a la belleza. Quizás otras cosas sean más importantes, como el arte, la poesía, la filosofía... Pero, antes de todo eso, ya existía el mar.
Escuchad este relato, hijos de Slytherin, pues en él encontraréis un saber oculto que sólo los miembros de nuestra casa pueden entender en toda su magnitud. Únicamente los seguidores de Ravenclaw pueden intuir parte de la sabiduría que encierra la historia de Morgana le Fey, pues sus mentes permanecen despiertas a pesar de que sus espíritus son débiles.
La mar es la vida, es la alegría para los sensibles a la belleza. Quizás otras cosas sean más importantes, como el arte, la poesía, la filosofía... Pero, antes de todo eso, ya existía el mar.
La mar es la vida, es la alegría para los sensibles a la belleza. Quizás otras cosas sean más importantes, como el arte, la poesía, la filosofía... Pero, antes de todo eso, ya existía el mar.
La crítica de Nueva York se había rendido sin dificultad y la consideraba la obra cumbre de Almodóvar. Antes había barrido premios en los festivales europeos desde Cannes hasta Mejorana del Campo. Aquella conmovedora historia de amor entre dos guardias civiles, hijos de familia franquista y republicana, se había metido en el bolsillo a la crítica europea, que no dudaba en compararla con el Bergman más maduro. Para la mafia gay de San Francisco era simplemente una obra de culto.